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Phoenix Mars Lander


La sonda estadounidense Phoenix Mars Lander desplegó exitosamente su brazo robótico, un elemento clave en la misión de búsqueda de indicios de vida pasada o presente sobre suelo marciano, informó el jueves la NASA.
"El brazo está listo" para empezar a trabajar, dijo Matt Robinson, del Jet Propulsion Laboratory de la agencia espacial estadounidense en Pasadena, California (oeste), donde se ubica el centro de control de la misión Phoenix.
El miércoles la NASA envió los comandos para desplegar el brazo y el jueves se llevaron a cabo los ensayos necesarios para controlar su funcionamiento, explicó Robinson.
"Me complace informarles que el procedimiento fue exitoso (...) El brazo robótico ya está instalado", añadió.
Antes de empezar a cavar el permafrost de Marte, la NASA deberá probar las cuatro articulaciones del brazo, que aseguran sus movimientos laterales y verticales, y en la 'muñeca' permiten el movimiento excavatorio y la toma de muestras del suelo, explicó el funcionario.
También será necesario controlar las tres patas de Phoenix, que el domingo se posó sobre Marte luego de nueve meses de viaje desde la Tierra.
"Antes de tocar la superficie del suelo con la pala, debemos comprobar la estabilidad de la sonda", dijo Robinson.
Las maniobras para el despliegue del brazo debieron ser reprogramadas por la NASA el martes tras una interrupción de varias horas de las comunicaciones radiales entre la sonda, que el domingo se posó sobre Marte, y la Tierra.
El brazo es similar a una excavadora mecánica y desplegado mide 2,35 m. Es capaz de cavar hasta medio metro de profundidad a través del permafrost, una mezcla de hielo y suelo en una proporción de 70 y 30% respectivamente, como el del Artico terrestre.
Los científicos esperan que el suelo de Marte tenga un permafrost rico en agua, al alcance del brazo robótico de la sonda, un hallazgo que significaría que en algún momento de su historia fue una "zona habitable".
Y eso es lo que Phoenix buscará durante tres meses, cavando en la región polar del planeta. Los investigadores eligieron esa zona porque está sujeta a cambios estacionales y creen que -al igual que en la Tierra- el ártico marciano podría esconder un registro de un clima más cálido y habitable.
Phoenix no está sola en su aventura. La Nasa tiene también en suelo marciano a los robots Spirit y Opportunity, que exploran desde 2004 la zona ecuatorial del planeta rojo y que ya descubrieron indicios de la presencia de agua. Y desde el espacio, el módulo orbital Mars Reconnaissance Orbiter (MRO) y el módulo orbital europeo Mars Express observan sus avances.